Drama criminal en que la esposa de un subjefe de una estación ferroviaria planea el asesinato de su marido con la ayuda de un maquinista en Rosario. Nueva adaptación de la novela de Emile Zola. Tinayre entra con el registro equivocado al asunto. Deja claro que lo suyo no es el naturalismo, pero tampoco hace nada para aportar algo al material. La novela de Zola no es fácil. Presenta un escenario de policial negro, pero la investigación está repleta de baches y el comportamiento de los personajes es tan cambiante como errático. La adaptación toma más como modelo a la versión fílmica de Renoir de 1938 que a la propia novela, pero algunas modificaciones en pos del sensacionalismo (en especial respecto al carácter de la protagonista, convertida en poco menos que una arribista prostituta) terminan desmereciendo al producto. La puesta en escena barroca y el realista despliegue visual pueden sorprender al principio, pero una vez que los personajes carecen de entidad, los diálogos altisonantes causan gracia y la historia de amor no se sostiene por ningún costado, el film desciende a un involuntario sentido del humor camp.