Comedia romántica musical en la que una millonaria participa en un concurso de canto radial con la intención de conquistar a una estrella en Buenos Aires. La película de Del Carril El astro del tango (1940) tenía la misma premisa pero un poco más de gracia. Si bien hay algunos apuntes atractivos en el dibujo de los personajes secundarios (el dueño de los perfumes) que enriquecen la propuesta y la cámara de Tinayre muestra predisposición al movimiento, el film se queda pronto sin variantes.