Cuento de ciencia ficción en el que un rebelde es capturado para participar de un deporte mortal con motos en un futuro postapocalíptico. Entre los al menos tres directores que pusieron mano en el asunto (Arkush, Nicholas Niciphor como Henry Suso, seguramente Corman), la ausencia de transiciones, personajes y continuidad, las escenas gratuitas de sadismo, tortura y desnudos, la música electrónica y los efectos de luces psicodélicos, gobierna en el film la sensación de anarquía.