Comedia dramática en la que un juez de paz trata de conciliar la vida sentimental de sus hijos en Buenos Aires. Primera y única colaboración de Enrique Muiño y Schlieper. La presencia de Muiño lleva inevitablemente el planteo de la historia hacia el terreno del costumbrismo y el naturalismo. Es tan buen actor que le creemos todos los desvelos porque sus hijas tengan el mejor festejante y sus hijos, la mejor compañera. Hasta puede fingir con su madre antes de recibir la comitiva en su lecho de muerte.