Comedia romántica en la que una actriz decepcionada de los hombres y un banquero americano que dice ser casado mantienen una relación a espaldas de la conservadora sociedad de Londres. En un principio la película es una historia de amor adulta (o adultera) contra los prejuicios de la época. Pero después se transforma en una comedia de gags rebuscados e inventados (que al menos asume la imposibilidad de las profesiones de la pareja protagonista). La puesta en escena sólo está en función de exhibir los decorados pasteles y el vestuario. Las entradas triunfales de Cary Grant por la puerta después de una jornada de trabajo no son creíbles ni en la década de 1950.