Historia de amor de una pareja adolescente en el ambiente sexualmente reprimido del estado de Kansas en 1928. Elia Kazan se enfrenta a dos problemas: hablar de sexo en un contexto puritano y los actores son mucho mayores que sus personajes. De más está decir que el resultado no es satisfactorio. Lo que queda es la diferencia fundamental de su cine con los melodramas de Douglas Sirk (la ausencia de ironía) y una acumulación poco feliz de ataques de histeria, padres villanizados y dilataciones del desencuentro.