Drama en el que una familia de inmigrantes irlandeses de clase obrera vive en New York en la década de 1910. Aun dentro del marco del cine de Hollywood Kazan ensaya un acercamiento al realismo que no está lejos de los de Rossellini y Visconti de la misma época. El trabajo con los niños actores y la ausencia de sentimentalismos le dan un carácter pictórico y religioso a la puesta en escena.