Cuento de terror en el que un caimán gigante se alimenta de las alcantarillas a lo largo de Missouri. El dibujo de los personajes, el diseño de la criatura, el leve tono de comedia y los adecuados golpes gore están ensamblados en la puesta en escena de Lewis Teague y el montaje de Larry Bock y Ron Medico. La velocidad y el ritmo se amoldan perfecto a las breves pero efectivas apariciones del animal.