Aventura en la que un editor pone un aviso en el diario para pasar un año con una mujer en una isla desierta en las costas de Australia. Estando Nicolas Roeg detrás de la cámara poco importan las peleas de la pareja protagonista y los vaivenes del drama y la comedia. Sólo queda deleitarse con la exquisitez visual de la puesta en escena, los colores de la fotografía de Harvey Harrison y los cuerpos de Oliver Reed y Amanda Donohoe. El film incluye algunos toques surreales como la imagen de los cuerpos desnutridos, las alucinaciones y delirios por enfermedad, pero no alcanzan para llevar el relato hacia el horror.