Policial en el que tres delincuentes escapan de prisión en New York y camino a Canadá toman como rehén a una familia negra. La película es una exploitation en su más elevada concepción, donde la repugnancia hacia los personajes es acompañada por cierta inversión de las expectativas habituales del espectador. La película lleva un tema delicado (el racismo) hacia su más cruda y desvergonzada expresión. Es una lástima que el director Robert A. Endelson (y su guionista Straw Weisman) se atasquen indefectiblemente en la última media hora tratando de prolongar una situación insostenible porque el film pierde todo el impacto que podría haber tenido.