Thriller en el que un padre y dos hijos distanciados hace tiempo se reúnen en una cabaña y son acechados por unos psicópatas en un bosque de California. Salva maneja bastante bien la ambigüedad del conflicto y la amenaza se vuelve tanto interior como exterior a los personajes. Lo que crea un constante clima enraizado. Si bien a primera vista el film sólo parece un subproducto destinado a llenar las estanterías de video, la elegante planificación y las muy buenas actuaciones del reparto (Stockwell-Remar-Rehr) lo elevan muy sobre la media. Dean Stockwell compone otro personaje tan freak como desagradable en la piel de un patriarca vulgar y rústico que no soporta tener un hijo gay. Es una lástima que el abrazo final viene a destruir la postura firma que había asumido el film en pos de la conciliación.