Drama en el que una pareja de activistas se infiltran en una recolección de manzanas para iniciar una huelga en California en la década de 1930. Adaptación de la novela de John Steinbeck. Luego de sus adaptaciones de Cormac McCarthy y Faulkner, James Franco elige un material más “accesible”, pero los resultados son decepcionantes. Trata de aplicarse como director realista pero el dispositivo técnico (llámese fotografía, montaje, movimientos de cámara) no es el ideal. Más allá de algunas leves desviaciones ideológicas del material de origen, la adaptación es fiel. Pero ninguna de las escenas de la novela tiene el mismo impacto en la película. Esto es simplemente porque Franco no se da el tiempo para que el afecto se traslade de la situación a los personajes y de los personajes al espectador. En su reemplazo tenemos decorativas panorámicas de atardeceres, un montaje errático y entrecortado, una fotografía que raramente es capaz de iluminar los rostros y exageradamente satura los colores (el verde fosforescente de la hierba). El reparto está repleto de grandes actores en pequeños papeles (Vincent D’Onofrio, Sam Shepard, John Savage, Robert Duvall, Ed Harris), tal vez atraídos por el prestigio literario de la obra. Pero es una de esas películas en la que el conflicto siempre es externo a la puesta en escena.