Drama en el que una familia se desmorona en Mississippi en la década de 1920. Adaptación de la novela de William Faulkner. James Franco vuelve a intentarlo con Faulkner y los resultados son un poco mejores que As I Lie Dying (2013). Como actor se reserva el papel más ingrato pero provechoso del relato, Benji, el hermano con retraso mental de la familia. A diferencia de la versión de Martin Ritt en la década de 1950, en la medida de lo posible conserva el orden y los sucesos de los tres primeros capítulos de la novela. La presencia de Scott Haze como el patriarca que se opone a los deseos de su sobrina nuevamente es imponente, pero no supera a la de Yul Brinner en el citado film. El previsible uso del montaje de breves imágenes y los monólogos interiores da resultados desparejos (Franco todavía no tiene la fineza de Terrence Malick), pero la normalización que efectúa la narración termina siendo provechosa para hacer más fuertes las sensaciones de la primera parte. The Sound and the Fury es el prototipo de novela infilmable. Aplaudir entonces el intento de Franco de nadar contra la corriente.