Aventura en la que un ingeniero inglés y un cazador americano se unen para atrapar a dos leones que impiden la construcción de un puente en el este de África en la década de 1890. Basada en una historia real. La película está resuelta con llamativo clasicismo y prolijidad para lo que nos tenia acostumbrados Stephen Hopkins. Pero eso no quita que termine siendo tan insulsa como intrascendente. Ni si quiera sabe sacar provecho de la ambientación en África.