Cuento de terror y ciencia ficción en el que un niño huérfano es adoptado por una familia que práctica sexo sadomasoquista en un futuro indeterminado. Balagueró hace un intento de profesionalización respecto a su primer corto con una fotografía en tono sepia y una narración más convencional. Pero el uso de la voz en off del niño le quita todo el espesor a las imágenes. El cortometraje parece un tráiler largo.