Film de gangsters en el que un criminal mata un traficante sin saber que trabajaba para un importante jefe mafioso a las afueras de New York. Franck Khalfoun incursiona en el cine de gangsters desde la pequeña forma narrativa, es decir, la película tiene más forma de policial de acción que de intriga mafiosa. Sin llegar a la elegancia de Jean-Pierre Melville, Khalfoun no puede ocultar cierta influencia de la tradición francesa del polar. El duelo actoral de Miguel Ferrer y Harvey Keitel paga sus dividendos ya en la primera escena que comparten. Cuba Gooding Jr. no resulta tan molesto como podría suponerse porque su personaje sólo sirve de testigo para la trama. Y la resolución a puro tiroteo en la mansión del mafioso no deja de tener su costado humorístico: los secuaces del jefe confunden los disparos de la película que están viendo, Gunfight at the O.K. Corral (1957), con los que se están llevado a cabo en el lugar.