Film de acción en el que tres guerreros compiten en un torneo de artes marciales en una isla del sudeste asiático. Adaptación del video juego del mismo nombre. Más allá del marco fantástico (el hechicero organizador, el mundo exterior paralelo, los ninjas con poderes sobrenaturales), el argumento de la película es inexistente. El film prioriza los efectos especiales, el diseño de producción, la fotografía de John R. Leonetti y, por supuesto, las peleas de artes marciales que, en realidad, no son más que una torpe imitación del modelo de cine de acción de Hong Kong. Pero lo peor termina siendo que el videojuego más sangriento de la historia (al menos en el momento de su estreno) tenga una adaptación tan reacia a la hemoglobina.