Drama en el que una joven prostituta se muda a una posada y se relaciona con la familia que le da alojamiento en Pohang. Desde la aparente sencillez de la historia y la puesta en escena Kim Ki-duk se suma a cierta tradición del melodrama oriental (Mizoguchi). Las escenas de sexo son bastante obtusas (salvo una) y la habitual violencia de sus películas no aparece tan regularmente, pero igual está presente. A partir del sometimiento que sufre la protagonista, la película adopta un tono melancólico, pero en el fondo más optimista que la mayoría de sus films.