Drama en el que un actor argentino empieza a trabajar como cuidador de bebés mientras espera la realización de una película en New York. Solomonoff maltrata impunemente a su personaje ya desde el comienzo: monta una serie de planos en la que parece estar haciendo algo que en realidad no es (paseando a su hijo, disfrutando de una fiesta en una terraza). Pero hay tal grado de condescendencia hacia el protagonista que la película nunca pueda despegar. Todo se nos dice (su pasado en una serie de éxito en Argentina, su relación conflictiva con el productor), pero nada se refleja en las imágenes. Cada tanto el humor aparece, pero la pendiente naturalista carente de pulsión de la historia no lo puede aprovechar. Los personajes secundarios terminan mostrando una cara tan apática como la del protagonista.