Drama criminal en el que dos rockeros intentan formar una banda de tango trash mientras la esposa de uno de ellos es secuestrada en la zona sur del Gran Buenos Aires. Fango es una película más ambiciosa para Campusano y representa un salto cualitativo en su obra. Las dos líneas narrativas no se chocan, sino que se complementan porque los duelos son una constante, ya sea mediante las conversaciones o los enfrentamientos cuerpo a cuerpo. A partir del retrato del conurbano bonaerense (el detalle de la pintura derretida en la pared del kiosco), la genialidad de los diálogos y la violencia intestina consume a los personajes, la tradición de la literatura de cuchilleros sigue viva en su cine.