Comedia musical en la que las vendedoras de flores de una calle se oponen a la reubicación en Santiago de Chile en 1925. Los números musicales son un poco caóticos. Hay demasiado personajes y muy poco espacio para que las coreografías logren lucirse. El personaje de la ingenua está llevado a un límite casi enfermizo. La corrupción latinoamericana de la política está encarnada en los personajes del alcalde y su hijo.