El curandero (1955)

Drama en el que un curandero empieza a recibir pacientes a causa de una joven paralítica que sanó en un pueblo de Catamarca. Dieciséis años después de El viejo doctor (1939), Soffici vuelve al mismo tema desde otro lugar. En este caso juega a maestro de ceremonias (delante y detrás de la cámara) y se reserva un personaje genial que cuestiona la medicina mercantilista. La habilidad para ensamblar las historias paralelas (el hijo enamorada de su ahijada, las dos mujeres de Buenos Aires de visita, el ciclista) hace que casi ni se note la misteriosa razón de la cura. Es una lástima que la película se resuelva con una escena de juicio.