Melodrama en el que una chica se enamora de un pintor que termina casándose con su hermana en Buenos Aires en la década de 1900. El prólogo y el epílogo fantásticos le dan un tono de ensoñación constante a los sucesos de la película. Soffici no tiene problemas en combinar el retrato de época con la fluidez de los movimientos de cámara, la cantidad de personajes en el encuadre y el gusto por los planos abiertos con mucho cielo. La escena de los primeros cinematógrafos llegados a Buenos Aires es reveladora.