Psycho thriller en el que un asesino mata a las modelos de una revista erótica en California. Peyser lleva la fórmula del slasher a su más básico denominador común: el body count. De hecho la película tiene una estructura episódica en la que presenta a las futuras víctimas mientras el protagonista las sigue desde lejos. Por lo que el film se llena de desnudos gratuitos, personajes sucios y sensacionalismo al mejor estilo del cine exploitation de la década de 1970. Si bien destierra todo psicologismo, el sustrato reaccionario es tan crudo y caricaturesco que el film sólo puede tomarse en broma. De los tres episodios el mejor es el primero por la serie de desgracias que sufre la protagonista hasta que finalmente se encuentra con el asesino. El segundo es un rutinario ejercicio de asesinatos en una isla. Ya para el tercero no queda mucho más que agregar.