Comedia de ciencia ficción en la que una pareja que espera un bebé queda encerrada en un edificio en cuarentena por un virus en Buenos Aires. Finalmente tenía que llegar, a partir de un guión modélico, de unas actuaciones acorde y una puesta en escena segura, un aporte del cine argentino al género fantástico de clase B de cierta entidad. El film es una mezcla bien proporcionada de costumbrismo, humor deadpan, suspenso y leve parodia que aprovecha el minimalismo de la puesta en escena, la dosificación de la información, el uso del off visual y la veta cómica de los actores. Destacar la excelente construcción del espacio en la escena que el protagonista sale del edificio, la banda sonora carpenteriana con las líneas de bajo bien marcadas y la sencillez de la historia que en ningún momento recurre a la amenaza externa. Sólo los efectos especiales gore que recurren a lo digital y la ausencia de un personaje femenino más fuerte quedan en la columna del debe. Propuesta que desde su modestia y efectividad puede abrir un camino mucho más fructífero para el cine argentino de género.