Cuento de terror en el que una mujer que vive en una granja a las afueras de New York es acosada por un violador mientras un asesino serial está suelto en el pueblo. Herb Freed utiliza la trama de un asesino serial como una pista falsa para hacer un film de terror y suspenso de clara inclinación psicológica. De hecho está más cerca de Repulsion (1965) que de Halloween (1978), pese a compartir elementos con ambos films. Pero la operación, pese a la fotografía evocativa, las actuaciones correctas y el tono introspectivo, no deja de ser fallida porque al final siempre está la explicación psicologista y simplista que desmerece la realidad propiamente mostrada.