Comedia de gangsters en la que cuatro jóvenes amigos pierden una apuesta y para pagarla deben robarle a unos mafiosos en Londres. La sombra de Tarantino llega al lado este de Londres, pero sin la consciencia cinéfila y las pretensiones (a veces desmedidas) del oriundo de Knoxville, Tennessee. Si bien los recursos visuales, las vueltas del guión y el retrato del mundo criminal son puro artificio, en el film hay lugar para el humor espontáneo, los personajes reconocibles y una circularidad del relato que aumentan el atractivo. Ritchie es lo suficientemente inteligente para poner al espectador en el lugar de los personajes (testigos involuntarios) y no resolver el conflicto a favor del premio consuelo. Pero todavía no para dosificar la información (el espectador siempre sabe más que los personajes) y para visualizar la violencia de manera contundente y repentina como Scorsese. El film es debut al menos simpático, aunque que no augura muchas esperanzas para Ritchie.