Comedia dramática en la que un vendedor de zapatos filma un documental sobre la adolescencia a partir de un chico que no quiere ir a la Universidad en New Jersey. El film está dividido en dos partes totalmente independientes: la primera, “Fiction”, sobre una estudiante de literatura que se relaciona con su profesor universitario, y la segunda, “No Fiction”, es la historia principal en sí. Luego del enorme reconocimiento de Welcome to the Dollhouse (1995) y Happiness (1998), da la impresión que Solondz tirara todo a la basura y no mostrara compasión ni por su propio cine. Porque los personajes ya se pasan de caricaturas, los chistes son de mal gusto y el humor pierde todo su poder provocativo. Ya cuando el hijo hipnotiza a su padre para que eche a la mucama parece que se está burlando del espectador. Sólo en la primera historia hay algo de crueldad, de tensión y puede verse un camino. Es una lástima que sólo dure 25 minutos. Hay una llamativa falta de rigor en el tratamiento de ciertos temas como la inmigración, la homosexualidad, la fama o el éxito. Queda claro que con la acidez no alcanza. Tal vez Solondz haya decidido bajar los decibeles y no tomarse tan en serio, pero lo cierto es que en estas coordenadas su humor basado en la burla no funciona.