Policial en el que un abogado americano es interrogado como sospechoso de dos asesinatos en San Juan de Puerto Rico. Nueva versión de la novela Brainwash (1977) de John Wainwright. La razón de ser de la película es el duelo actoral entre Gene Hackman y Morgan Freeman en el tipo de papeles que mejor funcionan. Para animar el desarrollo teatral del relato Hopkins recurre a un moderno envoltorio visual, a la inclusión del policía dentro del flashback que se narra y a una exótica locación (aunque sin mucho provecho). El problema es que la relación de los protagonistas carece de real tensión o profundización. Y mientras pasan los minutos, peor se pone. El tema escabroso de la pedofilia y la violación recibe un tratamiento demasiado light, demasiado pendiente del star system. Y, a decir verdad, tampoco hay tanta introspección psicológica. Son tan pocos los giros de la trama que el desarrollo lineal está en función del final sorpresa, pero en el camino desaprovecha el papel del auténtico villano de la función. Under Suspiction es un fallido intento de fusionar el clasicismo con la modernidad en el género policial.