Drama en el que una familia irlandesa de inmigrantes regresa de New York a Limerick en 1935. Basado en la autobiografía de Frank McCourt. Alan Parker carece de todo tipo de sutilezas para tratar temas como la religión, la pobreza y la falta de trabajo (ejemplo: la charla para no tener más hijos). Pero también del vigor necesario para llevar adelante este tipo de relatos. Pese a la presencia constante de muertes, enfermedad, suciedad y vómitos, el film no genera la más mínima reacción en el espectador. Cuando trata de insertar el sentido del humor con alguna anécdota y flatulencia fuera de lugar o con el episodio cómico de las confesiones no logra descomprimir el dramatismo porque este no existe. Eso sí, la película está estupendamente fotografiada por Michael Seresin, sin ejercicios de vanidad y con un excelente uso de la lluvia y los tonos grises. Angela’s Ashes es un film espantoso. Para un drama familiar desde la perspectiva de un niño es preferible quedarse con When Father Was Away on Business (1985) de Emir Kusturica.