Cuento de ciencia ficción en el que un programador de computadoras descubre que vive en una realidad artificial en una ciudad de los Estados Unidos. El film es una atractiva variación en la temática del futuro dominado por las máquinas, en la línea de The Terminator (1984). En este caso los extraterrestres crean un mundo artificial mientras se apoderan de la energía electromagnética de los cuerpos humanos. La imagen del campo de embriones humanos pone de manifiesto el carácter monstruoso de la distopía. Los Wachowski hacen un genial uso de los efectos especiales (la técnica de bullet time) y del ralentí para la alteración de la percepción del tiempo y espacio. Las secuencias de acción son un derroche de espectacularidad. Las persecuciones tienen un inusual frenetismo visual. El comienzo del film entra de lleno en el fantástico porque parte de un mundo conocido para desencadenar una serie de hechos inexplicables (la desmaterialización de la protagonista en plena pelea, el conejo blanco como comienzo del viaje, el uso de los teléfonos, la boca sellada, el insecto inyectado) que luego se explicarán con el concepto de la Matrix. A partir de ahí baja un poco la intensidad. Las referencias a la religión (el mesías), el viaje de Alice in Wonderland (1865), la mitología (el nombre de los personajes), el cine de acción made in Hong Kong y la realidad virtual de Total Recall (1990) dan forma a una historia que juega con lo real y lo ficticio. A diferencia de otros films cyberpunks como Scanners (1981), Blade Runner (1982) y Virtuosity (1995), The Matrix tiene un sentido del humor bastante irreverente. La ambientación en una ciudad tiene algo del paisaje industrial de RoboCop (1987), la oscuridad de Dark City (1998), la marginalidad de Escape from New York (1981) y el mundo subterráneo de The Abyss (1989). Fallas puntuales como la subtrama del traidor y algunos diálogos un poco vacíos no empañan el resultado final del producto. En la retina quedan el ingreso del protagonista al otro mundo (muy carnal, evitando el portal), el intrigante pasaje de la pitonisa (fuera de la estética del film) y la orgía de acción del tramo final.