Historia de amor de una modelo y un actor a través de cuatro puntos de vista distintos en Buenos Aires. Ya desde el comienzo, con una secuencia de doble engaño digna del Brian De Palma más inspirado, la película deja en claro que nunca se hizo nada parecido en el cine argentino. Después los diálogos y las actuaciones flaquean un poco (especialmente en la protagonista), pero el film es mucho más que un mero experimento narrativo. El juego de las alteraciones temporales deja al descubierto el mundo de las apariencias.