Comedia dramática en la que una chica descubre que hay otras mujeres con su mismo nombre y decide hacer un cambio en su vida en Buenos Aires. Al recurrir a la ironía de los diálogos recitados, al retrato de las manías de los personajes, a situaciones poco comunes y a las inexplicables fugas narrativas, Rejtman logra todo lo que el cine argentino se propone sobre el vacío existencial y el retrato de la juventud, pero no sabe cómo hacer. La velocidad de los diálogos, la irrupción del humor inesperado y algunos chistes inspirados redondean una de las mejores comedias del cine argentino de la década de 1990.