Comedia dramática en la que tres parejas se encuentran y desencuentran durante un sábado en Buenos Aires. El paroxístico uso de los diálogos sobre la nada (o con segundas intenciones) retrata irónicamente a una generación marcada por el tedio y la indecisión. La presencia de Gastón Pauls interpretándose a sí mismo le da a la película los momentos de mayor comicidad. Pero la utilización de la cámara fija y los planos cerrados le dan al film un tono triste, seco y melancólico que se acentúa sobre el final.