Policial en el que dos estafadores, uno joven e inexperto y otro mayor e inescrupuloso, se unen para el robo de unas estampillas en Buenos Aires. El film es una brillante incursión en el género policial. Bielinsky hace un excelente uso de los diálogos y de la elipsis. El mundo de los estafadores y los timadores de David Mamet se adapta sin problemas a la realidad argentina. La resolución puede verse como un reverso de House of Games (1987), aunque con algunas trampas extras en el camino.