Comedia dramática en la que dos amigos se reencuentran luego de 10 años para escribir una obra de teatro en Buenos Aires. Si bien Acuña abandona los adolescentes y la melancolía, su film, más que un paso adelante, es un dubitativo ensayo de cambio en el que todo deviene más explícito: la fotografía en blanco y negro en función del flashback en color, la inclusión de la música como videoclip, el pasado de la relación de los protagonistas. A su cine se le podían cuestionar muchas cosas (los baches narrativos, los golpes de guión, la insustancialidad política), pero había una “búsqueda” que ahora parece abandonar.