Drama en el que una cajera de un supermercado cree que es un hada en Buenos Aires. Luego de abusar de Darío Grandinetti, Subiela se repliega con un film mucho más pequeño. Tan pequeño que por momentos parece televisivo (en el peor sentido). Si el punto de partida puede recordar a Hombre mirando al sudeste (1986), aquí no hay doctor que trate a la protagonista. Lo que queda es una historia de Edipo mal curado (madre idiota, padre ausente) y las “excentricidades” del guión (el Instituto de Astrología, los emigrantes rumanos). Pedirle a las imágenes que revelen la naturaleza fantástica de la historia, el mundo espiritual del personaje y el carácter irónico del cuento de hadas ya es demasiado. Que la película sea un Subiela menor significa al menos que el padecimiento del espectador es más leve.