Drama en el que una joven vuelve a Paraná y busca a un ex novio. Con una elegante distancia y un tono distendido, Murga va construyendo un complejo retrato de su personaje y una especie de viaje épico desde lo mínimo. La primera parte del film remite al cine de Eric Rohmer, con la frontalidad de la planificación y la naturalidad de los diálogos. La segunda, a los thrillers de Roman Polanski, con la destreza visual, el manejo de los tiempos y la simpleza del final. Sin embargo da la impresión de que muchas de las últimas óperas primas del cine argentino siguen atrapadas en la nostalgia adolescente y la confortable indecisión de sus personajes.