Drama en el que un escritor homosexual se inicia en prácticas sadomasoquistas en Buenos Aires en 1996. Si bien el film se atreve a tratar algunos temas ausentes en el cine argentino, el resultado final queda a mitad de camino. Aunque hay que reconocer que en otras manos fácilmente podría haber terminado en un desastre. La pulcritud en la sordidez de la puesta en escena de Berneri carga al film de una frialdad y una distancia que no lo benefician. Por un lado, el convincente retrato del personaje, las actuaciones compasivas, la descripción del mundo homosexual de Buenos Aires y el adecuado uso de la voz en off del narrador resultan impecables. Pero por el otro, la fotografía en 16mm muy sombría, las escenas S/M apenas ilustrativas, la historia familiar con datos a cuentagotas y la recurrencia de la suciedad y el desorden quedan a mitad de camino. En esa disyuntiva de hacer una película sobre un tema en ausencia, el film deja cierta sensación de vacío y apura la resolución hacia la indiferencia. Pese a algunas fallas corregibles, Berneri puede ser un nombre a retener.