Policial en el que un asesino a sueldo acepta un trabajo peligroso en Buenos Aires. Aristarain toma todos los elementos del género policial (la música, los travellings, los cenitales, los silencios) para hacer un minucioso retrato de personaje. Al mismo tiempo que muestra la corrupción sin límites del ambiente en que se mueve. El film lleva al espectador al límite de la paranoia y la locura cuando el mundo del protagonista se derrumba delante de sus ojos sin que pueda hacer nada para revertirlo.