Drama en el que una chica camino a Alaska rompe su auto y pierde a su perra en un pueblo de Oregon. Kelly Reichardt parte de una simple premisa argumental y asume una herencia casi neorrealista en la historia para darle una fluidez total a la puesta en escena. A partir del precario equilibrio de la situación, logra un fascinante retrato de personaje y unas imágenes percepción y afección puras.