Comedia dramática en la que un yakuza retirado acompaña a un niño que busca a su madre de Tokyo a Toyohashi. Kitano juega a dos extremos. Por un lado el drama, la desazón, la madurez y los contratiempos. Por el otro, la comedia, la esperanza, la inocencia y la diversión. Mueve a los personajes como títeres, asume el papel de clown, incluye secuencia surreales y planifica con una serenidad única. Kitano sigue siendo uno de los directores más personales e imprevisibles del cine contemporáneo.