Comedia dramática en la que un hombre pierde la memoria luego de ser golpeado y robado en Helsinki. Kaurismäki continúa con su estilo seco, minimalista y lacónico en cuanto al tono de la historia y las actuaciones. Pero esta vez, a diferencia de Drifting Clouds (1996), no logra emociones puras ni capturar el realismo de la situación. Tal vez porque el recurso de la amnesia está demasiado gastado en el cine, porque no hay conflicto definido que guíe la acción o porque la historia de amor no tiene el peso específico de otras veces. Si el humor depende de los complacientes planos del perro malo muy bueno, la inspiración no está con Kaurismäki. Por momentos el retrato de la pobreza tiene algo de Brutti, sporchi e cattivi (1976), hay un dejo de solidaridad auténtica (el cambio del plato de comida y el saquito de té) y la banda que empieza a tocar rock le pone un toque de color a la miseria. Pero esta vez es incapaz de articular los mecanismos de la comedia con el realismo sucio. A pesar de muchos premios y del reconocimiento internacional, es el film menos logrado de la trilogía de Finlandia de Kaurismäki.