Policial en el que un agente está a la caza de una banda de ladrones de bancos en Los Angeles. Remake de L.A. Takedown (1989). La exhaustividad en todo aspecto (profesional y personal) se sostiene en el axioma de una idea por un plano, hace perder cualquier noción de abstracción y transforma a Michael Mann en un cronista crudo y perverso de la violencia. Las energéticas secuencias de acción (especialmente en los tiroteos) muestran con frialdad la violencia.