Aventura en la que unos peregrinos hebreos se instalan a las afueras de Sodoma en el siglo XV A.C.. Aldrich continúa su exilio europeo e incursiona en una de esas ficciones históricas y bíblicas del cine de la época de dudosa procedencia. Sin embargo hace un esfuerzo para dejar su sello. Más allá del insufrible Stewart Granger como protagonista y de las limitaciones para mostrar el sexo y la violencia, hay una fascinación por la decadencia y una construcción del espectáculo que van de la mano.