Cuento de terror en el que un profesor investiga un asesinato en un pueblo supersticioso de los vampiros en Checoslovaquia. Más allá de que los cortes del estudio hacen prácticamente incomprensible la trama, Browning se confirma como uno de los grandes prestidigitares de la historia del cine a partir de una impresionante puesta en escena. Las escenas con vampiros y animales adquieren un tinte surreal, alejado de toda noción lógica, pero igualmente impactante.