Aventura en la que un bandido revolucionario asalta caminos en Irlanda en 1815. Con el acelerado ritmo de la acción y la velocidad de los diálogos, no hay lugar para el rigor histórico o la profundidad psicológica. Si bien la historia de amor es de una inocencia insultante y los personajes lucen más sonrientes que comprometidos con la causa política, no se le puede pedir mucho a un producto de encargo para Sirk.