Western en el que un bandido se convierte en juez en un pueblo salvaje de Texas a fines del siglo XIX. Huston realiza uno de los aportes más irreverentes (múltiples narradores, un oso como mascota, la aparición del albino) a la historia del western. El film sólo puede ser producto del cine de la década de 1970. Por momentos parece una sátira feroz o una caricatura de derecha, pero al darle una visión histórica al conflicto, el protagonista queda como una especie de héroe.