Drama en el que una mujer vive con su padre viudo y no quiere casarse en las afueras de Tokyo. La combinación de concisos planos fijos y de situaciones simples y cotidianas define el estilo esencial de Ozu. Se ha dicho que Ozu es el más japonés de los directores japoneses consagrados en Occidente. En realidad podría ser el director más universal. No son necesarias las palabras para entender la emoción de sus películas. A través de una bella historia de amor de padre/hija desliza un sutil comentario sobre el paso del tiempo y los ritos sociales.