Drama en el que el portero de un hotel es despedido de su trabajo en Alemania. El estilo de Murnau en este caso se aleja de todo rasgo de expresionismo. Si existiera tal cosa, sería un exponente del neorrealismo alemán (aunque fue filmada en estudios). La resolución absurda e irónica utiliza un cartel que avisa que el escritor tenía simpatía por el protagonista.